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AMP > Por: Lic. Diana López Cardona- Asesora Pedagógica > 11.ABR.2017 > VOLVER
El Ministro de educación de la Nación, dio de nuevo lecciones para aprender a vivir en un gobierno neoliberal que lleva a una profunda crisis a la nación y en este caso particular a la educación.
Sin ser suficiente con haber dicho que la educación en Argentina estaba tan mal que la escuela parecía una fábrica de hacer chorizos, o cuando expresó que había que iniciar una campaña del desierto en la educación y la anteúltima cuando dijo que Ana Frank no había podido cumplir sus sueños por un gobierno que no había sido capaz de unirse para llevar la paz; para completar el paquete, el ministro ha dicho que la represión a los docentes por querer instalar una escuela itinerante en el Congreso, era parte de educar también. Todas estas intervenciones que parecen ingenuas o parte de un discurso equivocado, echo por un neófito político para hacer quedar mal al ministro, en el fondo esconden una firme convicción sobre el modelo desigual y privatizador que quieren montar en la Argentina y al que se le han opuesto de manera contundente los/as trabajadores/as. Estas intervenciones esconden por ejemplo la convicción de este gobierno, de que la escuela pública no es justa, porque no es justo que todos y todas vayan a la escuela. Para ellos la justicia está en la desigualdad, en la exclusión que alientan con discursos sobre la meritocracia y la excelencia. Por eso para ellos la escuela es una fábrica de hacer chorizos (por aquello del choripán y las marchas). Esa concepción de la justicia en la desigualdad se expresa en que no toleran que tengamos los mismos derechos ¿por qué tendrían derecho a estudiar y ser iguales o mejores los negritos que van a la escuela pública y los rubiecitos de la escuela privada? (como la imagen del artículo que salió en Clarín). Ellos se alegran que a la escuela pública le vaya mal, que se esté cayendo, que tenga docentes mal pagos. Por eso no entienden por qué quieren tener mejores condiciones laborales o más derechos. La culpa para ellos es de los docentes que no entienden que deben trabajar sin exigir, que la organización de los trabajadores es una exageración. Tienen y difunden la idea de que los docentes protestan porque no quieren trabajar, o porque están haciendo campaña política. Como si la política de la derecha neoliberal que ellos representan, no fuera la responsable de nada y para completar, al que cuestione sus concepciones sobre el trabajo, el salario, lo público, es decir, sobre lo político, utilizan la represión y la presentan como forma de educar (como en los tiempos de las tiranías, la inquisición y las dictaduras). Ante el desprestigio, el avance de la desigualdad, la exclusión, la discriminación y la represión, se le suma la imagen de tener la disposición a hacer lo contrario, por eso siempre sus discursos hacen pensar al oyente que los que no quieren entender son “los otros”, que ellos tienen disposición y quieren “hacer las cosas bien”, en un farsa mediática que aun convence a algunos despistados. Frente a esta concepción neoliberal que parece de seda, pero que avanza a palos y con gas pimienta, sólo queda seguir luchando por lo que se ha logrado y lo que aun falta a través de la organización, la unidad, la lucha por la igualdad, por el derecho a un trabajo y un salario dignos, además de la exigencia por la igualdad como principio de justicia; para eso estamos los/as trabajadores/as de la educación. En la calle, en la escuela, en el aula, en el sindicato estamos porque somos más! | ||||
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